lunes, 10 de noviembre de 2008

Transformando Dragones.


...si fuéramos capaces de acomodar nuestras vidas según el principio que nos aconseja confiar siempre en las dificultades, lo que apareciera ante nuestros ojos como más ajeno se convertiría en nuestra más íntima y fiable experiencia. ¿Cómo vamos a olvidarnos de esos antiguos mitos que se encuentran en el origen de todas las razas, esos mitos que nos hablan de dragones transformados en princesas en el último momento? Quizá, todos los dragones de nuestras vidas sean princesas aguardando vernos actuar, por una vez, con valor y gallardía. Quizá todo lo que nos atemoriza es -en su esencia más profunda- algo que, impotente, anhela nuestro amor.

De modo que no has de temer nada... si surge ante tí la tristeza, la mayor que nunca hayas visto; si una ansiedad, como la luz y la sombra de las nubes, se apodera de tus manos y de todo tu ser. Has de darte cuenta de que te está sucediendo algo, de que la vida no te ha olvidado, de que te sostiene en sus manos y que no te dejará caer. ¿Por qué quieres excluir de tu vida toda intranquilidad, sufrimiento o depresión, si, al fin y al cabo, desconoces la clase de trabajo que esas circunstancias están realizando en tu interior?

Rainer Maria Rilke.

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