
Dios se encarna en el cosmos. Éste y sus encarnaciones están inseparablemente unidos. Él no está en su encarnación, sino que se manifiesta como encarnación. En el árbol se rebela como árbol, en el animal como animal, en el ser humano como ser humano y en el ángel como ángel. Estos no son, pues, seres a cuyo lado existe un Dios que se introduce, por así decir, en ellos sino que es cada uno de estos seres y, al mismo tiempo, no lo es, puesto que jamás se agota en uno de ellos, ya que siempre es todos los demás. Precisamente en esto radica la experiencia de la persona mística: cae en la cuenta de que el cosmos es la manifestación llena de sentido de Dios. En cambio, algunas personas se comportan frente al cosmos como analfabetos frente a un poema: contemplan los diferentes signos y palabras que lo componen, pero son incapaces de entender el sentido del poema.
Willigis Jager.
5 comentarios:
Perfecto, y muy clara la analogía con el entendimiento del poema.
Gracias!!
En cambio, algunas encarnaciones de Dios se comportan frente al cosmos como analfabetos frente a un poema.
* Es que cuando interesa son encarnaciones y cuando no personas.
...."el no está en su encarnación sino que se manifiesta como encarnación"...excelente y oportuna distinción que aclara confusiones.
Gracias y saludos.
Hermoso pensamiento de W.Jager (o de ESO que está a su lado, da igual)
Analfabetos, iluminados, ciegos o muy videntes. Todo es ESO
Gracias por publicar esto
un saludo
Gracias por compartir!
Abrazos de luz.
Beatriz
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