miércoles, 28 de julio de 2010

El último día.


Cada día es como si fuera el último de mi vida.
Cuando no sólo se comprende intelectualmente sino que se ve, con absoluta claridad, que el pasado y el futuro sólo resultan "reales" porque son unos constructos de la mente que surgen en este momento, la vida adopta una dimensión completamente nueva. La vida, vivir, se convierte en tu máxima prioridad; es decir, el momento que se está viviendo lo constituye todo, sin dejar nada afuera.
Dejas de vivir en el pasado y en el presente, por decirlo de algún modo, para regresar inmediatamente al lugar del que nunca te marchaste, al lugar en el que todo sucede, al lugar que constituye tu verdadero hogar. Y todo resulta nuevo, fresco, vivo, espontáneo, en perpetuo cambio. Es como un renacer constante.
Como el momento presente siempre es nuevo, lo que se va, se va para siempre. Todo se esfuma en ese espacio abierto que eres tú y nunca queda rastro. El mero concepto de "bagaje psicológico" resulta completamente superfluo. Por tanto, la atención se enfoca totalmente en lo que se está haciendo -la acción total, involucrarse completamente- porque ya no existe una persona física que se resista a lo que está sucediendo. En ese espacio abierto a la desaparición de toda resistencia, cualquier cosa es posible. Esto es la fuente de todas las posibilidades.
Está tan claro que sólo existe el Ahora eterno... sólo existe el Espacio en que todo sucede: de hecho, ya no importa qué es lo que realmente está sucediendo Ahora, porque el Ahora siempre es suficiente y acoge igualmente a todas las formas, con cariño, sin discriminación ni prejuicios. Por tanto, siempre se permite que todo suceda tal y como está sucediendo, porque nunca hay nada fuera de lugar. Es la libertad absoluta en el corazón mismo de la vida, el amor incondicional que lo liga todo, y eso es lo que tú eres en esencia.
Esto es el final del sufrimiento porque es el final del pasado; cada momento es sentido como si fuera el primero y el último de la vida, cada día es sentido como si fuera el primero y el último. Para la mente condicionada, esto resulta muy extraño pero, para tí, es la libertad absoluta. Es lo que todo el mundo busca pero nadie encuentra. Es la iluminación. Es la liberación. Y eso ya lo tienes, sólo que no te has dado cuenta. Sin duda alguna, tú eres eso.

Jeff Foster.

jueves, 15 de julio de 2010

Hoy compuse una canción...


- Hoy compuse una canción para Mí, escribí la palabra Tú.

- No hay rebelión posible si antes no ha pasado por la cárcel de la impotencia.

- No enturbies la nobleza del dolor callando: llora.

- Juntos o separados el amor es siempre una distancia a cubrir.

- Como la playa a la ola, yo puedo contenerte, y esperarte.

- Acompáñame a conocernos, acompáñame a interrogarnos, acompáñame a olvidarnos.

- Que no disputen tu imagen en mí, es la imagen perfecta que imaginas de mí.

- ¿Solo porque transporto tu imagen cuidas que no tropiece?

- Cuéntame tu historia: hoy tengo deseos de escucharme.

- Quiero conocerme con amor. Préstame el que por mí sientes.

- ¿Por qué lloras su muerte si jamás podrás amar su cadáver?

- De la nada que soy hice un todo.

- Si todo está en mí, ¿por qué necesitas de mí?

- Y el drama es ese: que mi todo no quiere regresar a la nada.

- ¿Sabes que me hace visible a tus ojos?: Esa luz con que me miras.

- Si pudieras oir todo lo que callo, me suplicarías silencio.

- Ayer, encontraba sin saber qué. Hoy no encuentro, y sé qué.

- El tiempo destruye sus catedrales para dar cabida a nuestras infinitas catedrales.


Hombre nuestro que estás en la Tierra.

I
Que quieres verme hoy, para creer mañana.
Tú que junto a tus cañones rezas.
Tú, inconformista, a quien no basta la vida
sino que además, la quieres perfecta.
Tú que quieres que Yo te convenza,
cuando eres tú quien debe hacerlo, te advierto:
¡Por una sola y única vez ordené el Caos!

II
Hombre nuestro que estás en la Tierra.
Prefiero que te demores más en tu casa
que en la casa que me has construido.
Que tropieces más con los pies y menos con el alma.
Que antes de soñar con el cielo mejores la Tierra.
Que no me adjudiques la paternidad
del mundo que has creado
y que dejes en paz a la paz
porque ¡Hijo Mío! eres un
excedido por tu pequeñez.

III
Para todo adquieres destreza
hasta para desconocerme.
Y para tus prisiones
quieres que haga de cerrajero.
Yo
que me glorío de ser tu Padre
no tu verdugo, te digo:
Todas las profecías de odio y destrucción
que en mi nombre pronuncia el odio,
han fracasado.
Y todos los látigos que los iracundos ponen en mis manos,
se los devuelvo con el rocío.

IV
Hombre nuestro que estás en la Tierra,
concédeme un respiro y escucha.
¡Descrees! ¿De tu descreimiento, no?
¿Clamas piedad? ¿Con quién la tienes tú? ¡Puñales y fusiles!
¿Para compadecerte de tus víctimas? si todo te pertenece,
¿qué es lo que me pides?

V
Quieres explicarme y descifrarme, ¿quién te lo impone?
Te arrodillas. ¿Debo creer en tus rodillas?
¿Crees que dejo de hacer por ti? ¿Por qué no lo haces tú?
Si no me ves en la Tierra
ni en el Cielo. Ni en tu alma
me ves ¿quién eres entonces?
¿A ti te preguntas por tu Creador?

VI
¿Reconocer la felicidad después que ha pasado es obra mía y debo detenerla?
¿Por qué le has puesto mi nombre a la adversidad de los hombres?
¿Puedes creer que sea un Dios de muerte sólo para resucitarte?
¿Qué podemos acordar si siempre vienes a mercar?

VII
Hombre nuestro que estás en la Tierra.
Porque sueño contigo desde el
primer día de la luz,
no quiero ese amor que
para dármelo se lo quitas
a tu hermano.
Alza mi Verdad,
no la esgrimas.
Y deja el incienso
y la mirra, la oración
y la humillación porque
Yo no he muerto.

VIII
Cada vez que cierres el puño
retiraré mi mano.
Por los nombres que me inventa tu miedo,
no responderé.
No te escudes en Mí,
Para esconderte de ti.
No me transfieras tu
perfección ni tu torpeza.
Y no crucifiques a tu hermano.
Yo no existo en una cruz.

IX
Hombre nuestro que estás en la Tierra,
concédeme un respiro y escucha.
Yo que a través de milenios
logré que te pusieras de pie.
Que no te pido nada a cambio
y tú, en cambio,
¡Todo!
Que para que aprendas a creer
desciendo sobre ti
con las formas de la ausencia.
Yo, que no he podido impedir
que la maldad también
entre en los templos
a rezar y rezar.
Que sé que hay pecados
pura invención de los ociosos
de la virtud.
Que voy con tus silencios tratando
que te hablen.
¡Deja de aferrarme!
¡Soy tu Dios, no tu cautivo!

X
Tan sólo un gesto para crear lo creado.
¿Y toda la Eternidad para esperar
que tú lo entiendas?
El Universo puede existir sin ti,
pero muy desolado.
Pero es tu fragilidad la que te hace eterno; y lo hace eterno.
Cesa, entonces de amenazar y amenazarlo en mi nombre.
¡Yo estoy desarmado!
Porque dispuse el Amor como pan,
Un abrazo con odio es una crucifixión.
Por eso, Hombre Nuestro,
deja de repetir y repetir el llanto.
¡Con los mares basta!

XI
Hombre Nuestro que estás en la Tierra
y Yo tan cerca, escucha:
Te han mentido.
No castigo.
Sufro.
Ya que dividir a mis criaturas
en fieles e infieles,
es odio.
Por eso descíframe dentro de ti.
Ya que mi tardanza es la verdad
de mi existencia
y no serías, ni sería Dios,
si mi existencia dependiera sólo de tu decisión.

XII
Te di todas mis obras.
Sólo aprendiste a demoler.
Confié a la Eternidad el destino de tu alma
y al gusano el de tu carne.
Y aún me niegas.
Estás hecho de luz y de sombra
y te Amo sin separar.
Te he creado para que me acompañes,
aunque, si te sigue mutilando la espada del odio,
¡Nunca! ¡Jamás!
Quizá. . . ¡Eras más!

XIII
Porque los que enjuician en mi nombre
lo hacen en su nombre.
Los que con los favores que me piden
me acusan.
Los soberbios, tanto los que me ignoran,
como los que me imponen.
Aquellos que te pusieron anteojeras
para que labres sus dominios,
No los Míos.
Aquellos que sólo aman la justicia para poseerla,
no para compartirla.
Los pusilánimes que, en lugar de perdonar,
piden que Yo lo haga.
Los que vociferan letanías
en vez de escuchar mi silencio.
Los que excedidos por su fervor por Mí,
se olvidan del amor allí.
Aquellos a quienes enseñé a volar
e inventaron las rejas.
Los que librados a su voluntad,
aproximan el Apocalipsis.
Olvídalos.
Tú y Yo, en silencio,
ya hemos construido la Eternidad.

XIV
Hombre nuestro que estás en la Tierra,
¿Puedes escucharme aún?
Entonces, ven.
Que hayas construido mal tu barca,
no me hace culpable de tu naufragio.
Los desposeídos por los que te condueles,
no los he desposeído Yo.
Eres perfecto.
Puedes creer y descreer cuantas veces quieras.
Eres tú el dolor y tú la alegría.
Tu llanto no me conmueve.
Me conmueve tu fortaleza.
Y porque me inclino ante
la infinita sabiduría de la inocencia,
cuando se apague el sol,
celebraré tu primer cumpleaños.
Pero seas lo que seas,
regálame la flor de tu sinceridad.
E ¡Invítame a tu vida!
porque ¡Qué desvalido Dios sería
si existiera sólo para perdonar!

XV
Hombre nuestro que estás en la Tierra,
concédeme un respiro y escucha.
Cuando llamo a una puerta, se arrodillan.
Cuando me decido a hablarles de rodilla, huyen.
Quieren reconocerme hablando,
y se confunden.
Por todo eso
¡Hijo Mío!
Verás que la falta de Fe
pude preverla:
La de imaginación, no.
Y si nada les dice la luz,
aún no han nacido.
Porque volubles y tornadizos
los hombres son,
como un río jugando a la sed.
Y no comprenden que innumerables son,
como las estrellas,
pero su alma soy Yo.

Nemer ibn El Barud.

domingo, 11 de julio de 2010

¡Ahora! En éste momento.


¡Ahora!
En este momento
¿Quién es usted?

No quién piensa usted que es; no su nombre; no su género, y ciertamente no sus creencias, conceptos, convicciones, sino
¿quién es usted?

De niños, o aún de adolescentes, podemos hacernos esa pregunta a nosotros mismos. Pero pronto nos enseñan quienes somos. Somos adoctrinados dentro del aislamiento por medio de la definición y categorización de nuestra Quien-idad . Nos olvidamos de Quienes somos ya que se encubre de conceptos errados, deseos, ideas, mitologías, e individualidad. Pero ¿qué es eso que permanece anterior a todas las ideas, todos los pensamientos, anterior incluso a los sentidos?

Adentro de su mente, usted puede tener tantos pensamientos. Pasan por su mente, viniendo aparentemente de ninguna parte para decirle que piense y que creer. Pero ¿de dónde vienen?. ¿Está usted realmente pensando o está siendo pensado? Todos estos pensamientos simplemente surgen en la mente y nosotros los oímos, los vemos, somos conscientes de ellos. Pero ¿quién es consciente de ellos?

Si dentro de su mente usted crea una imagen, una imagen de algo, alguna cosa, como un árbol, un gato, una casa -esa imagen aparece adentro de su mente, pero ¿quién está viendo esa imagen?

Ese oidor de pensamientos, ese que ve las imágenes - ese es Usted. Es el Testigo, la Consciencia, el Sentido de Alerta Puro.

Usted NO es las creencias. Y todo lo que usted piensa que usted es, es una creencia, un concepto. Todas sus ideas acerca de la naturaleza del mundo, lo que le gusta o le disgusta, lo que usted es, lo que es Dios, cuál es el mejor sistema político o religioso, cual es el sentido de la vida, porqué su vida es un éxito o un fracaso -todas estas son ideas. No son y nunca han sido lo que usted es. Son puntos iluminados con diferentes matices sobre la luz de la conciencia pura. Le hacen creer que está feliz o triste, que usted es bueno o malo, afortunado o desafortunado. Pero usted no es nunca ninguna de estas cosas. Lo que Usted es, es Libre. Quien Usted es, es absoluto. Quien es Usted es una gota de la consciencia que es la Consciencia Infinita de toda existencia o lo que algunos llamarían Dios. Sí, usted es Eso que existe solo, de lo cual todo surge, y a lo que todo regresa. Pero usted se centra en los objetos que flotan en la superficie del océano, más que reconocer que usted es el océano mismo.

Tal vez no obstante usted busca conocer la verdad, acabar el sufrimiento y experimentar la Iluminación. La Iluminación es otro concepto. Es el opuesto de cautiverio, esclavitud y existe en el reino de la dualidad, de los opuestos, en la tierra del fruto del conocimiento de lo bueno y lo malo. Son nombres que hemos creado para actuar dentro de un territorio desconocido. Eso está bien, pero usted no es el territorio. Usted es Usted, y eso nunca ha estado cautivo y nunca será iluminado. Siempre es como es, conciencia pura.


¡Ahora!
En este momento,

¿Donde está Usted?

No dónde está su cuerpo, o aún dónde está usted dentro de su cuerpo. Pero esa conciencia, ese estado de alerta, ese testigo que está experimentando estas palabras, pensamientos e imágenes surgiendo en su mente. ¿Dónde está ese testigo? Eso es usted. ¿Dónde está Usted? Si usted realmente busca, sin conceptos, no lo encontrará. ¿Quién está buscando? El buscador se está buscando a sí mismo! Qué absurdo! Pero usted está convencido que usted no es usted y por consiguiente busca algo más en algún otro lugar. Pero el usted real no tiene tiempo ni lugar. Todo lo que puede usted decir es "Yo estoy Aquí". Pero ese 'aquí' no tiene localización. Es sólo un conocimiento de que hay una existencia sucediendo en alguna parte, en una 'aquí-idad' que es todo espacio.

Cuando usted habla de "Yo", ¿a quién se refiere?

"Yo estoy triste"

"Yo estoy confuso"

"Yo soy un buscador de la Verdad"

Nada de esto es verdad. Son identificaciones con ideas, sentimientos y conceptos, pero no son lo que usted es. Sería mejor decir: "Yo soy conciencia y hay infelicidad surgiendo dentro de esa conciencia."

"Yo soy conciencia y me estoy identificando con la confusión que está surgiendo dentro de la mente dentro de esa conciencia."

"Yo soy conciencia y me estoy identificando con una creencia de que yo no soy todavía perfecto y estoy buscando algo más que pueda surgir en alguna otra parte que hará mi mente perfecta."


¡Ahora!

En este momento...

Abandone todas las creencias.

Sepárese a sí mismo de su Cuerpo/Mente y permanezca como Consciencia Pura. No trate de parar su mente. No trate de hacer nada. Es el tratar y el buscar y el someterse a ese frenesí lo que lo hace infeliz. Abandone todo eso. Permanezca en Consciencia Pura, ahora, en este momento, y la confusión se va, la tristeza se va, la esclavitud se va, el temor se va, la limitación se va. Sí, la mente puede decir algo. Los pensamientos pueden surgir. Pero usted no es los pensamientos. Usted no es los sentimientos. Usted es Conciencia Pura. Usted está libre de todos los conceptos.

¿Está usted buscando experiencias espirituales? Usted no es las experiencias. Las experiencias son fenómenos. Los fenómenos vienen y van, pero usted es siempre el testigo de todas las experiencias y todos los fenómenos. Usted quiere ver a Dios. La experiencia de ver a Dios puede ir y volver pero usted es siempre el testigo de todas las experiencias y fenómenos. Ese estado de ser Testigo, esa Pura Consciencia Absoluta es en sí misma no diferente de cualquier cosa que usted pudiera concebir como Dios. No subestime esto. No lo evalúe en absoluto. Abandone cualquier evaluación, todo juicio, toda intelectualización y permanezca en la paz de lo que usted es.

¿Está usted buscando Despertar? En tanto usted esté buscando usted nunca encontrará. Usted no puede ser un buscador y quien encuentra al mismo tiempo. Usted debe renunciar a su búsqueda. Usted debe renunciar a su esfuerzo. Usted debe renunciar a todo lo que es la real naturaleza de su mente e intelecto. ¿Qué es anterior a eso?. Solamente Conciencia Pura sin un objeto. No puede ser conocido o alcanzado ya que es el Conocedor, el Conocimiento. Abandone todos los conceptos y simplemente descanse en eso.

Lo que usted cree que usted es son conceptos. Es su mitología personal en la cual usted es el Héroe/Heroína. Pero esa es una historia basada en un supuesto individuo que no existe, como un reflejo en el espejo. Es apenas una apariencia. Un caso de identidad errada. No se engañe más. Es como ver una película y pensar que usted es la estrella principal. Pero es sólo luz en una pantalla que da la apariencia de gente y personalidades. Reconozca el proyector, el cual es la pura luz de la conciencia misma. Solo entonces puede usted estar contento y ser libre de todos sus deseos y ansiedades (los cuales son también sólo una ilusión).


¡Ahora!

En este momento

Dese cuenta...

Todo esto es solamente una cosa.

Es la luz de la conciencia jugando en infinita variedad. En India, esto es llamado Lila, el juego de Dios. Dios es uno sin un segundo. Eso significa que no hay nada después de Dios (Brahman, la Divinidad, Fuente Espiritual - los nombres no importan). No es que nadie sea tan bueno como Dios o tan poderoso como Dios, o que haya quedado en segundo lugar en la carrera con Dios. No hay nada, excepto Dios. ¿Cómo podría haberlo? Toda vida proviene de la Vida. Toda existencia proviene de la Existencia. Todo lo que es proviene de lo que ES. Así que, cualquier cosa que usted esté viendo, sintiendo, pensando, experimentando...lo que sea que está viendo, sintiendo, pensando, experimentando...y los actos de ver, sentir, pensar y experimentar, por sí mismos... Todo eso es el Uno, la Divinidad, la Fuente Sagrada, Dios. Así como usted puede ver que todo en la Tierra es simplemente tierra o tierra transformada -las colinas, los valles, las montañas, los árboles, las flores, los animales y la gente -así vea al Todo que es transformado aparentemente en múltiples formas.

¿Qué es ese Todo? No puede ser nombrado. Está más allá de los nombres y de todos los conceptos. Es vacuidad y absoluta plenitud. Es el principio, el medio y el fin. Usted puede darle el nombre que desee, pero corre el riesgo de limitarlo en su mente y crear un concepto que encaje en sus necesidades. Entonces usted lo habrá puesto dentro de la pequeña caja de su mente en un intento por asir lo inasible. No trate de darle nombres y formas sino sumérjase en lo incognoscible. Deslícese suavemente dentro del abismo que está más allá del pequeño alcance de la mente.

Muchos lo llaman Dios. Y Dios es un nombre tan bueno como cualquier otro, pero usted debe renunciar a todos sus conceptos de 'Dios' con el fin de darse cuenta de eso. A cualesquiera conceptos que usted tenga acerca de Dios, Diosa, Cristo, Buda, Vacuidad, Plenitud, debe renunciar, en este momento, para reconocer plenamente la Verdad. Ya que ¿cómo puede usted experimentar lo que es Verdad si está guardando sus propias expectativas de la Realidad?. Primero renuncie a su propio conocimiento, y luego sumérjase profundamente dentro del abismo del desconocimiento.


¡Ahora!

En este momento,

Sepa que todo es Perfecto

Todo es perfecto exactamente como es en este momento. No hay nada que necesite ser cambiado, nada que necesite ser sanado, ya que todo es exactamente como debería ser. ¿Cómo podría algo ser diferente? ¿Duda usted de que la Divinidad esté teniendo lugar en la Cosa Una que es Todo en este preciso momento? Psíquicos, sanadores, clases, seminarios, gurús, maestros, no lo harán a Usted o al momento más perfectos. Así que pare la búsqueda. Sea la Perfección que Usted ya es. Usted es la Perfección personificada. Usted es la Paz personificada. Usted es el Amor personificado. No hay nada que añadir o sustraer.

Cuando reconozca que usted es Consciencia Absoluta, verá que no hay nada más. No hay bueno ni malo, y que todos y todo son una manifestación de Eso. Es Consciencia Absoluta, manifestándose perfectamente a sí misma en el gran drama de la creación cósmica. Lo que sea que surja es simplemente más de eso. Pensamientos, emociones, sentimientos son todos parte de eso. Experiméntelos sin juzgarlos, sin deseo de mantenerlos o sin aversión hacia ellos. Vea con el ojo de la equidad que todo es Eso.

En el principio, puede no parecer fácil. Puede haber frustración, confusión, y desamparo. Pero reconozca que estas cosas simplemente están surgiendo. Ellas no son Usted. Usted es el Testigo de esos surgimientos. Simplemente examine dentro Quien es Usted, y no se identifique con nada de lo que surja. Simplemente vuelva a examinar Quien es el testigo de esa experiencia. Aún si hay extremo éxtasis, ¿quién está experimentándolo? Si hay una poderosa energía surgiendo, ¿quién la está experimentando? Si hay visiones de sublimes Deidades, ¿quién lo está experimentando? El éxtasis puede ir y volver, la energía puede ir y volver, las visiones pueden ir y volver, pero Usted está siempre aquí, ahora, en este momento, eternamente. Eso es lo que es permanente. Eso es lo que es real. Todo lo demás es fenoménico y cambiante.

Descanse en Eso y usted es eternamente libre.
¡Ahora!

En Este Momento!

Aja.