lunes, 3 de noviembre de 2008
La persona desaparece.
No eres la mente. Es axiomático que el perceptor no puede ser lo percibido. Puedes percibir tu cuerpo, por lo tanto, no eres el cuerpo. Puedes percibir tus pensamientos; por lo tanto, no eres la mente. Eso que no puede ser percibido ni concebido es lo que tú ERES.
Si un individuo se considera iluminado, no lo está. La condición previa de la iluminación es que el "yo" individual autoidentificado haya sido aniquilado. Ningún "yo" individual, ningún fenómeno individual, se ha iluminado nunca. Cuando uno despierta de su existencia de ensueño, la persona desaparece, simultáneamente con todos los demás fenómenos.
La realización del ser no implica ningún esfuerzo. Lo que estás tratando de encontrar es lo que ya eres. La iluminación es el vacío total de la mente. No hay nada que puedas hacer para obtenerla. Cualquier esfuerzo que intentes solamente se convertirá en un obstáculo para llegar a ella.
Pero si dejas esa inútil conceptualización, serás lo que eres y lo que siempre has sido. Ver la realidad no implica, simplemente, un cambio en la dirección de tu visión sino un cambio en su mismo centro en el cual el espectador desaparece.
Ramesh S. Balsekar.
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